febrero 06, 2009

Patitas de pollo en oferta

Por El Jaibo Bravo

Hice lo que mis buenos amigos de Provincia me dijeron: compré mi torta de carnitas, mi refresco (aclaración, no era cerveza), una semillas para destaparme la muela, mi boletito, que no fue de reventa, y me aplasté en el Estadio Morelos para gozar cómo Morelia jugó con las Águilas. Sí, jugó con ellas, les ganaron 1-0.
Ahora mis amigos que se decían emplumados se desconectaron del messenger desde ayer para no leer la cantidad de mentadas que todo les podíamos escribir, y seguramente, no abrirán sus correos electrónicos durante varios días para evitar la cadenita de Las Porristas del América que circula desde hace unos días. A uno de mis compadres le mandé un mensaje al celular y, como era de esperar, no lo respondió. Sería porque estaba rabioso por la derrota o por las serie de groserías que le incluí a mi texto burlón, pero hasta lo apagó porque después me mandaba al buzón.
Mi vecino, que tenía una bandera minimental en su vehículo, la quitó en la misma noche del sábado. Gracias al cielo que la quitó porque el fraccionamiento empezaba a tener una vista nacada, hasta daba miedo que nos pudieran asaltar.
Pero qué lindo fue ver a los alumnos de Ramón El Pelado Díaz que corrieron como rateros en búsqueda de un golesillo para el empate sin conseguirlo, para dejar molesta a su afición, la misma que hace una semana celebraba hasta con cuetes de feria de pueblo el empate a dos goles con los diablos rojos del Toluca. Para qué quieren a ese tipo en el banquillo.
Cabañas se paseó en el Estadio Morelos, a Pável Pardo lo cambiaron porque le dolía la nalga, a El Topo Valenzuela le aplicaron un dormilón, de esos que dan risas y hasta le hicieron una falta al árbitro, quien rodó por la cancha con la gracia de una caja de cartón. Moisés salvó la del último minuto, la defensa del Morelia se revolvió como cuando se juega en la escuela sin portero, Sabah se deshizo de las pesadillas de las plumas y la gente salió del estadio con alegría en la sonrisa y mucho alcohol en la sangre.
Por supuesto que no fui a beber a ningún para celebrar que los zopilotes salieron raspados, porque en mi casa ya me esperaba mi esposa con un coraje que casi le provoca la diabetes porque le había llevado un chocolate de avellana y ella lo quería de cacahuate. Pequeña diferencia.

Bigotes en crisis
Los dos son Ricardo y el colmo es que tienen bigote. El futbol que practican sus equipos son tan diferentes; uno es tan espectacular como rin tin tin con traje de bombero y el otro tan tosco como un xolozcuintle con gripa. El primero es de Lavolpe y el segundo de mi padrino Tuca Ferretti, y aunque los resultados no se les dieron esta jornada siempre le ponen sabor al futbol mexicano. ¿No cree usted?

De Palomita
¿Ya vió la película de Vicky Cristina Barcelona? Si me pregunta no se la recomiendo porque Penélope Cruz y Scarlet Johansson se pasean frente a la cámara con tan poca ropa que no se puede poner atención a los diálogos y lo peor es cuando se enamoran entre ellas porque le aseguro que va a querer apagar la televisión. Pero entonces el control se quedará sin baterías, como me ocurrió a mí, y no va a poder apagar el televisor y tendrá que verla hasta el final.

PD.- Le quiero mandar un saludo al colega columnista Javier Salinas porque sus Acereros ganaron el Super Tazón de la NFL, aunque casi provocan un infarto, y me imagino que celebró como brasileño en carnaval.

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